3. José María Herrou Aragón habla sobre la Gnosis Eterna

Los 10 mandamientos del Incognoscible: Yo soy el Incognoscible, de cuya mente proceden todas las ideas o los noúmenos, yo soy la Mente que todo lo piensa, soy la misma mente a la que Hermes Trismegisto se refería en la primera ley de correspondencia del Kybalion y soy yo el que gobierna el reino que los budistas llamaron Dharmadhatu. No me adores, ni me alabes, ni me veneres ni me tengas miedo, no soy un ser maligno como el Demiurgo, no soy un ser caprichoso e inseguro de sí mismo que requiera que constantemente le digan lo grande que es para tratar de ocultar sus carencias. Tampoco adores a ningún dios, demonio, ángel, ente o ser natural o sobrenatural aunque te amenace con la muerte y/o el infierno, tú también eres un ser increado y cualquier otro ser biológico o increado que te exija adoración y sumisión no es mejor que tú, ni está por encima de ti. ¡Entiéndelo! Lucha por alcanzar la iluminación. Eres un ser que lamentablemente ha caído en la trampa de la materia del Demiurgo que te tiene esclavizado, pero si luchas por encontrar tu verdadero ser encontrarás la salida a esa cárcel a la que está sometido. Supera la barrera material y ejercita tu conciencia para entender las causas de este mundo y su verdadera naturaleza. Por lo tanto estudia, medita, practica yoga, haz ejercicio, lee, piensa, recapacita y esfuérzate. También es consejable que te aprendas las Vrunas. Lucha por ti mismo y esfuérzate por fortalecer tu individualidad. En el mundo en el que estás prisionero muchos humanos y demonios tratarán de convencerte del beneficio de la colectividad y de la importancia de acabar con tu yo personal. ¡Cuidado! Esto te llevará inevitablemente a formar parte del Uno-Demiurgo-Satanás-Brahma, para que posteriormente tu espíritu sea fagocitado por este demonio. Es necesario que luches por la libertad de tu espíritu liberándote de las ataduras del cuerpo y del alma a las cuales te ha anclado el creador. No veneres ninguna fiesta que ninguna deidad te exija venerar, sobretodo si se trata del malvado Demiurgo. Antes bien utiliza cualquier oportunidad para lograr que tu espíritu se libere. Solamente participa de fiestas espirituales que tú sepas que son creadas en honor a dioses liberadores o bien de tradiciones sincretistas que de forma secreta apoye las tradiciones de la línea de sangre y huye de las tradiciones del pacto cultural. Honra siempre a quien merezca ser honrado y nunca muestres tu respeto por aquel que no se lo merece sin importar de quien se trate. Encontrarás que en ciertas tradiciones iniciáticas existen maestros que te dirán que no deberás doblar tu rodilla ante nadie excepto ante el gran arquitecto del universo. ¡Cuidado! Se refieren al satánico Demiurgo y es ante quien menos debes de arrodillarte. Cuídate especialmente de las tradiciones iniciáticas que provienen de las tradiciones judías, ya que te enseñarán a ser un esclavo de la sinarquía y del sionismo internacional. Conforme vayas despertando, tu odio hacia este mundo, hacia el Demiurgo y hacia la sinarquía internacional se seguirán acrecentando. Cuídate de cometer una tontería. No mates a nadie ni destruyas nada, lo que debes de hacer es seguir estudiando, meditando y despertando. Para destruir a este mundo y hacer que el Demiurgo pague por sus crímenes espirituales se necesita mucha inteligencia y estrategia, la guerra empezará en el cielo y terminará en la tierra y no será al revés. No te aferres a absolutamente nada de este mundo material tan imperfecto. Al final todo será destruido incluyendo los cuerpos físicos de las personas y sus almas, liberando el espíritu de todos los aprisionados. Antes bien busca ser un iluminado y convertirte en un hombre de piedra. Cuídate mucho de cometer cualquier acto de ilegalidad dentro del falso mundo en el que te encuentras prisionero. De nada sirve que te maten o te metan a la cárcel o al manicomio. Cuida mucho tu salud y tu integridad para que puedas seguir siendo un inteligente guerrero espiritual que lucha contra las fuerzas demoníacas del Demiurgo Uno y su malvada hermandad Blanca de Chang Shamballa. Intenta despertar a tus hermanos humanos en la medida de lo posible, pero se astuto como la serpiente y cuando veas que existe alguna especie de riesgo porque unos inquisidores puedan llegar a matarte por lo que dices y predicas, entonces inventa con astucia algún subterfugio para enseñarles la verdad a tus hermanos y salir bien librado en la medida de lo posible. No le creas a nadie solamente porque tiene una investidura sacerdotal, atavíos iniciáticos, una gran reputación, por ser un académico, por tener muchos títulos o porque sea considerado un sabio o venerado por las masas. Muchos quieren inculcarte mentiras como verdades o de buena fe intentan meterte al buen camino cuando en realidad terminan perdiéndote. Aprende de todo y escúchalos a todos, pero antes de integrar una proposición a tu vida como una verdad obsérvala muy bien primero, analízala y determina si no estás sembrando una semilla de destrucción en tu vida. Siempre se tú tu propio maestro, tu propio pilar, tu propia fuerza y recuerda que la liberación no se logra por medio de un mesías que entregó su vida por nosotros sino a través de la Gnosis.