miércoles, febrero 23, 2022

Complejo de Edipo

 Para otros usos de este término, véase Edipo (desambiguación).

Forbas, el pastor que rescata y salva la vida del lactante Edipo y lo entrega finalmente a Pólibo de Corinto. Escultura de Antoine-Denis Chaudet

En psicoanálisis, el complejo de Edipo, a veces también denominado conflicto edípico, se refiere a un conjunto complejo de emociones y sentimientos infantiles caracterizados por la presencia simultánea y ambivalente de deseos amorosos y hostiles hacia los progenitores.1​ Se trata de un concepto central de la teoría psicoanalítica de Sigmund Freud, expuesto por primera vez dentro de los marcos de su primera tópica. En términos generales, Freud define el complejo de Edipo2​ como el deseo inconsciente de mantener una relación sexual (incestuosa) con el progenitor del sexo opuesto y de eliminar al padre del mismo sexo (parricidio).

El complejo de Edipo es la «representación inconsciente a través de la que se expresa el deseo sexual o amoroso del niño».3​ Freud describe dos constelaciones distintas en las que se puede presentar el conflicto edípico:

  • Complejo de Edipo positivo: odio o rivalidad hacia el progenitor del mismo sexo y atracción hacia el progenitor del sexo opuesto.
  • Complejo de Edipo negativo: amor hacia el progenitor del mismo sexo, así como rivalidad y rechazo hacia el progenitor del sexo opuesto.1

La teoría de Freud distingue en el desarrollo psicosexual de los niños tres etapas principales: la oral, la anal y la fálica. El período de manifestación del complejo de Edipo coincide con la llamada fase fálica (pregenital) del desarrollo de la libido, es decir aproximadamente entre los 3 y los 6 años de edad y se acaba con la entrada en el período de latencia. De acuerdo con la teoría freudiana, el complejo se revive en la pubertad y esta reaparición declinaría a su vez con la elección de objeto, que abre paso a la sexualidad adulta.


Importancia del concepto para el psicoanálisis[editar]

El complejo de Edipo es considerado la piedra angular de la teoría de Freud. Es un concepto clave del psicoanálisis y sus derivados actuales tanto como fundamento de la teoría, como construcción explicativa en la clínica:4

  • para la teoría, porque constituye el eje central de la teoría pulsional y de la metapsicología con la que Freud pretende explicar el funcionamiento psíquico y la estructuración de la personalidad;
  • para la clínica, debido a que del desarrollo, evolución y forma de resolución de la conflictiva edípica derivará la estructura y la forma en que se presentarán los síntomas en las distintas modalidades patológicas.

Por eso el complejo de Edipo es una idea tan central para el psicoanálisis como lo es la universalidad de la prohibición del incesto y constituye un correlato del complejo de castración.3

Freud, en "Tres ensayos sobre la teoría de la sexualidad", asegura que en los niños es recurrente la fantasía incestuosa de expulsar y sustituir al progenitor rival, es decir el padre para el niño, y la madre para la niña, pero esas ideas suscitan intensa culpa y temor al castigo.5

La historia del psicoanálisis en su conjunto está fuertemente ligada a la historia del complejo de Edipo y a las discusiones en torno a su significación. El concepto también ha suscitado desde su origen muchas críticas, tanto internas, entre las diferentes escuelas de psicoanálisis, como desde otras disciplinas y corrientes teóricas.

El término complejo (del latín complectere: abrazar, abarcar; participio perfecto: complexum) es un término que indica un conjunto que totaliza, engloba o abarca una serie de partes individuales (hechos, ideas, fenómenos, procesos). Se utiliza en forma general en psicología para indicar la integración de vivencias o experiencias individuales en una experiencia de conjunto o totalizadora. La introducción y uso original del término se le atribuye a Carl Gustav Jung


Durante los años 1980, cuando comenzaron a ampliarse los estudios sobre abuso sexual infantil, se comenzó a cuestionar la idea de "fantasías de seducción" durante el complejo de Edipo con el argumento de que escondían casos reales de abuso. Algunos psicoterapeutas acusaron a la teoría psicoanalítica del Edipo y la Fantasía de seducción de la histeria de invisibilizar el abuso sexual realmente cometido desresponsabilizando a los perpetradores al cargar la responsabilidad sobre los niños y sus fantasías edípicas. Algunos psicoanalistas llegaron a cuestionar que Freud realmente haya abandonado su teoría de la seducción parental a la que llamó Fuente del Nilo.14151617

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