martes, noviembre 08, 2011

unicornio

El Unicornio es un ser tan maravilloso, como mágico y misterioso. El Unicornio simboliza la pureza y la belleza espiritual, aún recordada, pero lamentablemente perdida. Su origen al igual que muchas otras criaturas místicas, proviene de la mitología griega. Zeus, de niño fue amamantado por una cabra llamada Amalthea. Se cree que esta cabra pudo haber sido un de estos seres mitológicos, pues tenía un cuerno en medio de su frente, el cual Zeus un día quebró, saliendo de este una cantidad impresionante de alimentos. Por este motivo su cuerno pasó a ser conocido como El Cuerno De La Abundancia y es posible verlo representado en pinturas y ornamentos de la época clásica y barroca. Por su parte, Zeus, en señal de agradecimiento y cariño, convirtió a la cabra en una estrella y la llamó Capella. 

No obstante este origen mitológico, se estima que su leyenda pudo deberse a un error de interpretación de los bajorrelieves persas representando al Orix, por parte de los griegos. El Orix es un antílope del desierto que al estar de perfil aparecía con un solo cuerno. También su leyenda puede estar basada en el rinoceronte o en el narval, un cetáceo con un colmillo de 2,5 m. 

Una triste historia 

A pesar su admirable belleza y espiritualidad, la historia de esta fabulosa creatura ha estado siempre marcada por un dejo de tristeza, pues a través de innumerables representaciones humanas (desde leyendas hasta canciones) en diversos tiempos y variadas civilizaciones, nos muestra todo lo perdido, todo aquello que era nuestro y que dejamos de lado por pertencer a un mundo desarrollado. 

Aún así continuará reflejando nuestras esperanzas y nuestros sueños más sinceros y nobles.


  

ASALLAM, EL PRIMER UNICORNIO

Llegó envuelto el primer unicornio en una nube, impulsado por un blanco torbellino. Descendió el Unicornio con suavidad desde los cielos a los campos infantiles de la Tierra, aun antes que sus fuegos iniciales se hubieran extinguido. Posee entonces el Unicornio el brillo de la Luz, y puede apartar de sí toda oscuridad, toda tiniebla. 
El primer Unicornio 

Se lo llamó Asallam, el primer Unicornio de los nacidos, criatura de conformación temible y para contemplar hermosa, dotado de un cuerno de luz en espiral. Golpeó entonces Asallam, el primer unicornio, una roca desnuda, con su cuerno la penetró hasta grande hondura, y brotó una fuente de vida borboteante. Los fuegos se extinguían doquiera fluían esas aguas y empezaba la Tierra a fecundarse con multitud de cosas muy fructíferas. 

Se alzaron grandes árboles, florecieron; y bajo su sombra se instalaron las bestias salvajes y domésticas. Todo esto era intención de Dios, y el Unicornio, el instrumento de su querer. De este modo se formo el Jardín del Unicornio, llamado Shamagim, que quiere decir Lugar donde hay Agua. 

Unicornio, conductor y guardían 

Dios se dirigió entonces al Unicornio diciendo: ¡Asallam! Tú sólo serás, entre todas mis creaciones, quien recuerde la ocasión y el modo de su hechura, y vivirás en permanente memoria de la Luz, para ser su conductor y su guardián. Pero jamás volverás a la Luz hasta la hora final del Fin del Tiempo. Y el Unicornio, maravillado, vivió en su jardín y fue caminando hacia afuera. 

Entonces quiso ser conocido Dios, aunque Él ya conocía todas las cosas. Se retiró dentro de Sí, y a partir de la tierra y del aire, del agua y del fuego, su sagrado aliento compuso al Hombre, que era fuerte y bello, el colmo de la creación. El Unicornio se maravilló mirándolo, y de pronto volvióse modesto y vergonzoso. 

Como Asallam, el primer unicornio, no participó en la creación del Hombre, el Unicornio lo amó aún más y ante él se inclinó como un sirviente. Fue el Unicornio entonces la primera bestia que el hombre contemplara, la primera a quien dio nombre. Desde entonces hasta ahora el destino de ambas razas se ha ligado; conduce hacia la Luz y sólo el Hombre puede allí seguirlo. 

El Libro de Némesis 

En los largos años de la edad primera, hombre y bestia habitaron juntos y crecieron en estatura de cuerpo y mente. Pero en lo oscuro otros seres se desplegaban y fortalecían. El mismo día esta animal mitológico hizo surgir de la roca una fuente de borboteante vida, también se sembraron semillas de peligro. Mientras las aguas esparcían su humedad fertilizante, se filtraban también por fisuras tenebrosas y goteaban hasta cavernas secretas y ardientes que se entrelazan en las raíces de los montes. 

Allí, en esas cámaras del abismo, la carga vital de esas aguas sagradas se gastó por vez primera en criar algo viviente. Así nació entre fuegos y tinieblas el Dragón. Su difícil nacimiento le dejó huellas indelebles, y nunca hubo después otra criatura dotada en tal medida de tanta astucia y fuerza. 

El primer dragón fue Yaldabaoth. De horrible constitución, con ojos penetrantes y sin párpados, lo primero que contempló su mirada impávida fue la propia imagen en las aguas oscuras. Adoró la visión, y una secreta complacencia en esa imagen de sí le ha consumido el corazón desde esos tiempos.Y el Dragón creció enorme y generó a otros como él, entre ellos a Serpens. 

Si bien los dragones tienen muchas formas y tamaños, todos son rápidos de mente y tienen sed de saber. Mientras el Unicornio intenta adivinar los secretos de la creación para mejor conocer al Creador, el Dragón desea lo mismo, pero al fin de dominar el mundo y de este modo derrotar a la muerte. 

El Dragón odia con fuerza al Unicornio por su primacía, pues no se creó a sí mismo sino que le debe a otro su ser. Así pues, lo ha perseguido siempre con la intención de devorarlo y dejar de ser el que llegó después y convertirse en el Más Viejo de todas las Cosas. 

Los Limites del Jardín. 

Era muy amplia su extensión sobre los campos, pero en níveos con fuego ardiente donde rugía el torbellino y se escuchaban voces en el resplandeciente abismo. Los unicornios podían desplazarse en medio del trueno, la tormenta y los temblores, pero esas hórridas alturas eran inseguras para el hombre. Así, pues, el Unicornio, hermano mayor, amigo y guía, vigilaba que ningún hombre se aventurara fuera del Jardín. 

Entonces el tiempo se sucedía de modo inenarrable. Hasta hoy quedan huellas de esa gloria inmaculada; por eso ni la quietud más sosegada está libre de alguna sensación de nostalgia y exilio. Porque el hombre creció en número y en fuerza, y también los Unicornios; ambas razas ingresaron juntas, en estado de gracia y de inocencia, a la plenitud de sus vidas. Entonces se forjaron los lazos que el tiempo jamás podría desatar: por larga que sea la separación existente, jamás volverán a encontrarse como extraños. 

Pero el Dragón y su progenie tramaban en las honduras de la tierra, y más y más celosos se volvían hasta que al fin enviaron a Serpens, la más astuta de su raza. No era de gran tamaño y por esto no inspiró temor en los corazones de los hombres. Parecióles Dragón atractivo y asombroso, de escamas orgullosas e irisadas, de palabra abundante y escogida; muy pronto se movía familiarmente entre los hombres, ocultando su propósito: tal las artes habituales del Dragón. 

Entretejía palabras de alabanza con otras para sembrar la duda, diciendo: Qué sabio y digno señor podría ser el Hombre! y se lamentaba que su amigo lo limitara al recinto interno del Jardín. No toda nuestra raza prestó oído a las sutiles incitaciones al descontento y al orgullo. El hombre y la mujer gozaban de distinta intuición desde le principio; las mujeres no se dejaron engañar por la insidia de Serpens, mantuvieron la confianza y no dejaron de amarlo. 

Cuando por fin Serpens oyó murmurar al hombre que Asallam no parecía amigo tan perfecto y sí quizás propenso a finalidades egoístas, habló más abiertamente. Más allá del Jardín, aseguró, hay tierras hermosas y fértiles, dispuestas a que las dominen, pero mantiene al Hombre cautivo, no sea que su número crezca en exceso y resulte ingobernable. 

Esas mentiras no escaparon a Asallam, que se apartó, triste: no podía obligar al seguir los caminos de la luz; señalaba su sentido. Pero nada le pidió consejo en las discusiones insensatas que siguieron. El más descarriado se levantó y alzó la voz: ¡Rompamos estas cadenas de oro, acabemos con estas ataduras! ¡Cuanto más difícil y largo sea el camino, más brillante será su término! 

A partir de entonces el hombre no pudo culpar a nadie más, sólo a sí mismo, por las penas y dolores subsiguientes. Pues todos gritaron aprobando, aunque las mujeres inclinaran la cabeza en señal de silente pesadumbre. De este modo se cumplió el trabajo del Dragón, y así esas palabras sellaron la condenación del Hombre. 

Entonces movilizóse Dios, en perfecta sincronía con el proyecto fatal del Hombre. Y en un instante volvióse duro y opaco lo que fuera un mundo en primavera. Y pareció caer un vacío piadoso sobre la mente de los hombres, y cuando cesó esa oscuridad se hallaron en una dimensión de antaño. Se movieron perplejos al principio, encerrados en formas menos gráciles. 

La División de las Razas Hermanas. 

El hombre cayó en un marasmo moral, adoró ídolos y luchó contra sus semejantes. Y durante todos esos años el Hombre y los unicornios se separaron más y más, tal como deseara el Dragón. Marcho entonces marchó por senda aparte mientras el Hombre se mantenía en su locura; así acabo su vecindad. Aunque la criatura sigue viviendo en el Jardín de la dimensión dorada, su corazón aún está ligado al Hombre; así se desplaza a través del mundo y permanece inmóvil junto a la frontera actual del mismo. 

LOS UNICORNIOS, SEGUN EL LIBRO DE LA GENERACIÓN s/a 
Editado por Unicornios.
El mítico Unicornio es la únicas bestias que parece no provocarle miedo al hombre. Desde las primeras recolecciones, los Unicornios siempre se han mostrado fuertes, generosos, solitarios, hermosos y misteriosos. Por ello, los Unicornios sólo pueden ser capturados de una manera muy injusta. 
Origen de los Unicornios 

El origen del unicornio al igual que muchas otras criaturas místicas, provienen de la mitología griega. Zeus, el famoso dios griego, de niño fue amamantado por una cabra llamada Amalthea. Se cree que esta cabra pudo haber sido un unicornio, pues tenía un cuerno en medio de su frente el cual Zeus un día quebró, y de el salió una cantidad impresionante de alimentos. Por este motivo su cuerno pasó a ser conocido como El Cuerno De La Abundancia y es posible verlo representado en pinturas y ornamentos de la época clásica y barroca. Zeus, en señal de agradecimiento y cariño, convirtió a la cabra en una estrella y la llamó Capella. 

Europa 

En la Europa antigua se los ha descrito como un animal pequeño, muy semejante al caballo con un cuerno en su frente, patas de antílope, cola de león y barba de chivo. Esta representación ya había sido representada en las artes desde tiempos previos a los medievales y en culturas tanto europeas como asiáticas. 

En 400 AC, un físico griego llamado Ctesias los describiá como asnos salvajes de la India con cuerpo blanco, cabeza púrpura y un cuerno derecho con base blanca, el medio negro y la punta roja, muy fuerte y ágil. 

Además es mencionado por filósofos como Aristóteles, Pliny y Aelian. En El Libro De Hiob, se hace mención a una criatura llamada Re-em, nombre traducido como monoceros o unicornis y luego como unicornio. 

Uno de los primeros reportes existentes acerca es del famoso emperador Julio Cesar, quien escribió en el Bellum Gallicum (50 AC.): Se asemejaba a un ciervo pero con un solo cuerno en medio de su frente justo entre sus orejas. Este era mas largo y derecho que cualquier otro que conozcamos… 

La Epoca Medieval 

Su misterio se remonta a la mitología pagana de la antigüedad. Irónicamente, como criaturas pagana fueron muy bien aceptados en la Europa medieval, periodo en el cual fue directamente ligado al cristianismo, pasando a ser un símbolo religioso. Inclusive, antiguas traducciones de escrituras hebreas, mencionan los como figuras bíblicas y eclesiásticas, represendo castidad y puridad. Y pese a poder pelear salvajemente cuando era acorralado, se calmaba rápidamente al estar cerca de una joven virgen. 

El arte alegórico de la época los muestra como representación de Cristo. E incluso en uno de los famosos tapices (ahora exhibidos en el Museo Metropolitano del Arte de Nueva York), se la puede apreciar purificando con su cuerno aguas envenenadas, simbolizando a Cristo limpiando los pecados de la humanidad. 

También existen muchas esculturas de madera y pinturas medievales, referidas a su caza, representando así la pasión de Cristo. Su cuerno en forma de espiral era único, y se decía que si se cortaba uno por la mitad, era posible ver bellas imágenes que se formaban por dentro. 

Su cuerno tenía un gran valor medicinal, pues era sabido su poder para neutralizar todo tipo de venenos y si algún fruto o alimento envenenado se acercaba, este comenzaba a sangrar. Se creía además, que sus poderes mágicos podían calmar problemas estomacales y que incluso sanaba ataques de epilepsia. 

Era bien sabido que solo una joven virgen podía capturarlo. Algunos textos señalan que la moza tenía que estar desnuda, o por lo menos debía tener sus pechos descubiertos. Sin embargo, usualmente se la ve con largas y hermosas vestiduras, las que aciertan de mejor manera a la comparación de la joven con la Virgen María, casta y pura. 

Fue en los Tiempos Medios donde adquirió toda su fama, y también la apariencia física reconocida hasta hoy. A diferencia de la antigüedad, éste era descrito como un caballo muy grande y majestuoso, con pelaje y barba muy blanca. Y por su puesto con un cuerno espiral blanco, muy derecho el que crecía de su frente. 

La Captura 

La historia de su captura es la historia más famosa de la Europa medieval, (representada en Los Tapices de la época). Se dice que un noble muy ambicioso se apoderó de su cuerno por los poderes mágicos que poseía. 

En el siglo XV, los nobles y poderosos ofrecían hasta 40.000 monedas de oro a cualquiera capaz de capturarlo, para así cortar el codiciado cuerno. Mas los cazadores, para obtener la recompensa, usualmente entregaban el cuerno de cualquier otro animal. 

De acuerdo con uno de los últimos bestiarios medievales (enciclopedias de bestias y criaturas conocidas del mundo medieval), es por naturaleza naturaleza enemigos del León. Parecen ser tradicionalmente rivales, y ninguno de ellos es mas fuerte que el otro. Son iguales en fuerza y ambos son capaces de ganar una lucha. Y dentro del reino animal, los dos son considerados reyes… 

Tiempos modernos 

Sus historias se hiciern muy famosas en los tiempos modernos a pertir de tres fuentes distintas. En primer lugar existen escrituras tanto griegas como romanas asegurando su existencia. Además la gente aceptaba la idea de su existencia. Y por último, exploradores trajeron consigo, de otras tierras, el cuerno de un mamífero marino conocido como Nirval, el cual la gente pensó que era de este animal, y así aparecieron innumerables leyendas. 

Incluso el famoso Marco Polo, a su regreso a Italia, escribió sobre una bestia con cabeza de cerdo, cuerpo de elefante y con un cuerno que crecía de su nariz. Se cree que el animal visto por Marco Polo era una especie de rinoceronte, pues existe, o existió, un rinoceronte el cual tiene sólo un cuerno en su nariz y este pudo haber sido base de muchas leyendas al igual que el Nirval. 

En la visión moderna, muy a diferencia del de los tiempos medievales, pasaron a convertirse en un animales grandiosos y de una belleza excepcional. Se le ha descrito de muchos colores y tamaños, e incluso le han agregado alas como Pegaso, las que llevan el nombre de Alicornios. Sin embargo, los modernos aún mantiene los principios básicos de nobleza, generosidad y pureza. 

En Asia 

Los primeros registros de provienen de la India, donde con frecuencia describen a una criatura de un solo cuerno la cual llamaban El Asno Salvaje de India. Sin embargo, la tradición hindú nunca le dio el mismo estatus que el occidente le dio. 

En Japón fue llamado Kirin, y se dice que su sentido de justicia lo hacía aparecer en las cortes, sentenciando de muerte a los culpables, y liberando a los inocentes. 

En Persia fue conocido como Shadhahvar, y su cuerno era símbolo de peligro y crueldad, es por eso que era la mas temida de todas. Es descrito como un animal semejante al antílope, pero con un sólo cuerno en la frente. Este cuerno tenía hendiduras profundas de las cuales salían las más hermosas y tentadoras melodías que al ser oidas por otros animales le provocaban la muerte. 

Pueden ser encontrados de muchas formas a través de la historia. Por ejemplo el famoso caballo de Alejandro Magno es descrito como una criatura grandiosa, con cuerno de marfil y cola de pavo real. 

En China 

Sus comienzos son sólo fragmentos ya que en el año 213 AC el emperador Shi Huang Ti, después de haber unificado el país, ordenó quemar todo tipo de texto con excepción de los puramente técnicos, y así poder romper con las tradiciones del pasado. Por este motivo, es poco lo que se sabe a cerca de su origen, sólo fragmentos salvados por Taoistas. 

En China pasó a llamarse Ch’i-lin (Ch’i se le llamó al macho, y Lin a la hembra) y al igual que el occidental, fue descrito como indomable pero de gran sabiduría y gentileza. El Libro de los Derechos describe al Ch’i-lin como "El rey de todos los animales". Tenía un sólo cuerno, con punta de carne, en señal que este no era un arma que usaba en las luchas. 

En su lomo se podían apreciar los más hermosos colores, como el rojo, amarillo, azul, blanco y negro. El pelaje de su estomago era amarillo oscuro, no comía la hierba que pisaba, ni criaturas vivientes. Su paso era regular y sólo se detenía en tierras que había examinado cuidadosamente. No vivía en manadas y nada (ni nadie) acompañaba sus pasos. Y sólo aparecía cuando los gobernantes habían sido justos, y así Ch’i-lin guiaba sus almas al cielo cada vez que uno de ellos fallecía … 

Se dice que Ch’i-lin se le apareció al legendario soberano Fu Hsi (2900 AC). Según la creencia, Fu Hsi estaba un día sentado a espaldas del Río Amarillo, cuando de pronto de las aguas emergió un Ch’i-lin, el cual llevaba en su lomo ciertos símbolos mágicos que ayudaron al soberano a crear las primeras escrituras chinas. 

El sucesor del Fu Hsi fue Shen-Nung y luego de él vino Huang-Ti conocido como El Emperador Amarillo, o Augusto El Soberano. Él fue el primero de cinco emperadores semidioses que gobernaron China. El Libro de Bambo menciona la apariencia del Ch’i-lin en el palacio de Huang-Ti en 2697 AC, poco antes de su muerte. 

Durante el reinado de los cuatro siguiente emperadores, el Ch’i-lin se apareció constantemente. A este periodo se le conoce como la era de oro, justicia, paz, y buenos gobernantes en China. 

Esta criatura que tenía la habilidad de darse cuenta quien hacía el bien o el mal. Cada vez que Kao Yao no podía decidir si un prisionero era culpable o inocente, le preguntaba al Ch’i-lin y este con su cuerno decidía quien era culpable. 

Confucio 

Después de los cinco emperadores, Ch’i-lin cada vez se apareció menos en el Jardín Del Palacio Real, hasta que un día ya nunca más se le vio. En el siglo VI AC. China estuvo bajo la dinastía Chu, y el país se desintegró en numerosos estados independientes los que pasaban en constantes guerras. 

Un día mientras una piadosa mujer peregrinaba a La Montaña Sagrada, un Ch’i-lin se le apareció en medio del camino, se arrodilló ante ella, y de su boca botó unas inscripciones que decían: El hijo de la montaña de cristal, la esencia del agua, perpetuará el reino caído de Chu y será un rey sin corona. 

En ese momento se encarnó vida en el vientre de la mujer, y después de nueve meses, dio a luz a un hijo llamado Kung Fu Tse, más conocido como Confucio. A través de sus enseñanzas Confucio alteró el pensamiento y la historia de la cultura China, más que ningún otro emperador, sin nunca haber tenido un cargo en el gobierno. 

Cuatrocientos años después Ch’i-lin se apareció de nuevo, esta vez al emperador Wu-Ti de la dinastía Han quien decidió construir una galería especial, con la esperanza que volviera aparecer algún día, aunque nunca apareció. 

El verdadero Ch’i-lin nunca fue olvidado, incluso hoy en día, millones de mujeres chinas cuando están embarazadas cuelgan imágenes en su casa, con la esperanza de recibir sus bendiciones. Se cree también que en el futuro, señalado por las estrellas, aparecerá en forma humana, con la misión de salvar el mundo. 

En el Tibet 

Un famoso viajero de esta región llamado Abbe Huc, escribió en 1840: Estos animales que han sido nada más que creaturas de fábulas, existen realmente en Tibet. Es fácil encontrar esculturas y pinturas en los templos Budistas… 

Sin embargo, para la gente de Tibet era sólo otro tipo de bestias, como el antílope Hodgson, el cual los mongoles llamaban Orongo, el cual tenía características sorprendentemente similares a la mítica creatura. 

A fines del siglo XVIII capitán Samuel Turnes, embajador en Tibet, describió la conversación que sostuvo con el Rajah de Butan: Él tenía a una creatura muy curiosa en su poder; una especie de caballo con un cuerno que crecía de su frente. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.